La Villa de Haro es una de las más ricas y prosperas de La Rioja. Situada en la esquina noroeste de la comunidad, Haro es una de las comarcas de producción vinícola más importantes de España. La mayor parte de su población trabaja en algo relacionado con este sector, lo que ha impulsado, además de su economía, su enfoque hacia el enoturismo.
Muchas de las bodegas más importantes de La Rioja, tienen sus viñedos y sus instalaciones en Haro, de tal forma que tanto en la vida, como en el paisaje, la uva es la protagonista.
Pero Haro es además una villa señorial con un pasado rico e importante, que ha dejado muestra de su poderío en numerosos monumentos, tanto religiosos como civiles que le han valido la mención de Conjunto Histórico Artístico.
Haro esta marcada por su situación fronteriza, como toda La Rioja, se sabe que estuvo poblada por berones y que ya hubo un castillo durante la romanización y que la fecha de fundación de la ciudad se sitúa en el siglo X y que cerca del ano 1300 es conquistada por Sancho IV de Castilla y en ella convoco Corte, llamándose Haro desde entonces. Tuvo un gran crecimiento durante la Edad Media y su posición estratégica la obligo a fortificarse, por lo que aun hoy en día se conservan murallas y torres. Un ejemplo es el Torreón de la Plaza de la Paz, restaurado, hoy alberga la sección de Arte Contemporáneo del Museo de La Rioja.
Si en algo es rica Haro es en bodegas y en palacios, todos espectaculares. El más antiguo es el Palacio de Bendaña o Paternina, un palacio renacentista con restos mudéjares que antaño estuvo pegado a la muralla hoy inexistente, muy rico en ornamentación exterior de estilo plateresco, Actualmente se encuentra en fase de rehabilitación y en un futuro albergará la nueva oficina de turismo y la biblioteca municipal de la ciudad. También es renacentista el Palacio de los Condes de Salazar, aunque su fachada es barroca con columnas salomónicas y puertas y ventanas adinteladas.
Pero no son los únicos. El Palacio de las Bezaras es un edificio rectangular de estilo barroco del siglo XVIII, destaca por sus grandiosas dimensiones y su construcción a diferente altura ya que esta construido en cuesta. También se le llama el Palacio de las Cigüeñas, se restauro en 1975, en su interior alberga una picota de administración de justicia y una bodega medieval.
Otros palacios don el Palacio de los Condes de Haro, el de Tejada, el de las Sevillanas, el de la Plaza de la Cruz, la Casa Pisón. Además alberga un importante conjunto de monumentos de carácter religioso formado por imponentes iglesias, como la de Santo Tomas Apóstol o la Basílica de Nuestra Señora de la Vega.
Marga G.-Chas Ocaña