Cuando alguien de Logroño quiere impresionar a un visitante, lo primero que hace es llevarle a dar un paseo por la calle Portales, porque Portales es una de las arterias principales de la ciudad y tiene todos los elementos para ser una parte importantísima de la vida logroñesa: belleza, utilizad y ambiente.
Portales es la vía que atraviesa el casco histórico de Logroño, como es de suponer, su nombre tiene algo que ver con su fisonomía y se debe a los soportales que la flanquean que sirven de refugio para los transeúntes y de entrada a los muchos locales que se encuentran abiertos a lo largo de su trayecto. Como también es de suponer, Portales está jalonada de una bella arquitectura típica y de varios edificios monumentales de gran importancia para la ciudad, como la Concatedral de Santa María de la Redonda.
La Concatedral bien merece una parada en nuestro paseo; es un templo monumental que se asienta sobre las ruinas de uno anterior del románico, aunque el edificio actual se debe principalmente a los estilos del siglo XVI; destacan la portada de acceso de la fachada occidental, trabajada en forma de hornacina como si fuera un retablo y las dos torres gemelas, que con sus chapiteles cuajados de pináculos, son un buen ejemplo de los campanarios barrocos riojanos.
Portales está conectada con la Plaza del Mercado, que ha hecho funciones de plaza mayor, plaza de celebración de ferias y mercados y que poco a poco ha ido cambiando su fisonomía para adaptarse a la de Portales; también está flaqueada por soportales y es un sitio ideal donde tomarse algo, ya que está llena de bares famosos por sus tapas y bodegas que en verano ponen sus terrazas al aire libre en la plaza.
Tanto los soportales de la calle Portales como los de la Plaza del Mercado, se deben a una rehabilitación del siglo XIX y fueron encargados por el Ayuntamiento al arquitecto Francisco de Luis y Tomás como medida para solucionar los desequilibrios visuales. El efecto ha resultado unificador y si lo unimos a la iluminación moderna, tenemos una calle muy equilibrada y un conjunto muy coherente.
Portales comienza y acaba con edificios históricos: en su inicio está la casa de los Chapiteles, un palacio que fue residencia de los Marqueses de Someruelos y que fua adquirida por la Corporación Municipal para ser residencia del Obispo cuando pensaban trasladar la sede episcopal de Calahorra a Logroño, pero al abandonar esa idea se utilizó como sede del Ayuntamiento hasta que se construyó el nuevo. Actualmente es la Consejería de Cultura, Deportes y Juventud del Gobierno de La Rioja.
Llegando al final de la calle Portales, podemos ver un convento del siglo XVI, el Convento de la Merced, que además de su función religiosa, fue Hospital, Fábrica de Tabacos y actualmente alberga la Biblioteca Municipal, el Parlamento de La Rioja y la sala de exposiciones Amós Salvador.
Marga G.-Chas Ocaña