Este mes puede verse una de las tradiciones folklóricas más antiguas de La Rioja, dentro de las populares Fiestas de la Magdalena, que se celebran en Anguiano entre el 20 y el 25 de julio, hablamos de la Danza de los Zancos.
Ocho jóvenes interpretan una espectacular danza sobre unos zancos de madera de casi medio metro de alto por las calles y plazas de Anguiano, en honor a la Virgen de la Magdalena. Ataviados con los trajes típicos, faldones amarillos y chalecos de colores, recorren el camino desde la iglesia hasta la plaza mayor, una pronunciada cuesta empedrada con escalones por la que giran y giran a gran velocidad.
La Danza de los Zancos esta documentada desde el siglo XVII, aunque se sabe que es bastante anterior, está relacionada con la tradición pastoril y se ejecuta dos veces al año, coincidiendo con la fiesta y el traslado de la imagen de la patrona, el 22 de julio y el 22 de septiembre de la ermita a la iglesia y viceversa.
Los zancos eran un complemento usado por los pastores de la comarca del alto Oja, que los utilizaban para atravesar los prados, los parajes húmedos y para poder caminar en la nieve durante los inviernos. Los que utilizan los danzantes están hechos en madera de haya, miden 45 centímetros sujetos fuertemente a los tobillos y son únicos de esta comarca, igual que su danza.
Cada año, los ocho bailarines comienzan su danza delante de la imagen de la Virgen con música de gaitas y tamboriles, que acompañan con castañuelas, este baile se llama “El Agudo”. Cuando acaba bajan seis escalones que los separan de la calle, una cuesta por la que, uno a uno, se deslizarán entre vertiginosos giros hasta llegar a la plaza mayor, donde son esperados ansiosamente por el multitudinario público. Una vez que todos han llegado a la plaza, bailan los llamados “troqueaos”.
Este rutina se realiza dos veces al día: por la mañana después de la misa y por la tarde tras el rosario. Esta fiesta está declarada de Interés turístico Nacional.
Marga G.-Chas Ocaña