En el centro de La Rioja y a tan sólo 12 kilómetros de Logroño está el pueblo de Abelda de Iregua. Situado en un rico y fértil terreno del Valle del Ebro, con una próspera agricultura, Abelda de Iregua es una pequeña población de unos 3.000 habitantes en la que poder disfrutar de un ambiente rural y una estupenda gastronomía, teniendo cerca el ajetreo de la ciudad y en una intersección de rutas, gastronómicas, de vino y las rutas culturales de los monasterios.
Abelda es un emplazamiento antiguo con recuerdos vivos en su patrimonio de las distintas órdenes religiosas que han ido pasando por La Rioja a través de la historia, desde yacimientos prehistóricos, monumentos visigóticos a todo lo que tiene que ver con el camino de Santiago.
Aunque su iglesia Parroquial, San Martín de tours es moderna, hay varias ermitas que merecen la visita y el paseo: Santa Isabel, Santa fe de Palazuelos, una ermita erigida por los pastores que cuidaban el Monasterio de San Martín de Albelda y la ermita de la Virgen de Bueyo, que a unos cuatro kilómetros del pueblo, se sabe que existía en el siglo IX al fundar el rey Don Sancho de Navarra el antiguo monasterio de San Martín. Una excursión hasta la ermita es una de las actividades que se recomiendan durante una estancia en Abelda de Iregua.
Otra de las visitas obligadas es a la Peña Salagona, una peña en la que hace siglos hubo un importante castillo roquero estratégico moro, y está horadada de túneles que han sido escondite y bodegas pero que han hecho que la peña se haya vuelto inestable y un peligro. Ha habido varios derrumbamientos, uno de los cuales sepultó el antiguo monasterio de San Martín. Açun así, su aspecto es impresionante y la gente la visita como mirador.
Entre las tradiciones ancestrales que se conservan hay varias gastronómicas, una de ellas la de los bollitos, los de San Prudencio y los de la Virgen, una tradición de la La Cofradía de la Virgen de Bueyo se remonta al siglo XV y se celebra el 15 de agosto.
Marga G.-Chas Ocaña